De las anécdotas inverosímiles que el premio Nobel citó a menudo, destacaba la del piano de la coruñesa calle del Papagayo, centro neurálgico del antiguo barrio chino.
Su gran amigo Mariano Tudela escribió al respecto en las páginas 46 y 47 de su biografía de Cela (Ed. Grupo Libro, 1991): «Terror de la noche crápula del Papagayo y Tabares, se cuenta de Cela algún desafuero, como el de aquella madrugada en el que un ruido descomunal despertó a los que estaban dormidos y dejó en vilo a los despiertos, que eran la mayoría.
-¿Qué ha pasado?
-¡Alguien ha tirado un piano por la ventana!
Había sido, claro, Camilo, que en un momento de inspiración gamberra sacó fuerzas de flaqueza y lanzó a la calle el piano reluciente que adornaba desde tiempo inmemorial el salón de recibir de las furcias».
Respecto al fatídico piano, apunta el de Iria Flavia en sus Memorias : «En La Mazurca cuento que de la casa de putas de la Mediateta echaron a un primo de Raimundo el de los Casandulfes por tirar un piano por el balcón, bueno, pues ése era yo y mi fea acción, de la que ahora me arrepiento, y que pasó a engrosar el acervo coruñés»
Carlos Fernández, La Voz de Galicia (13/12/2003).
Su gran amigo Mariano Tudela escribió al respecto en las páginas 46 y 47 de su biografía de Cela (Ed. Grupo Libro, 1991): «Terror de la noche crápula del Papagayo y Tabares, se cuenta de Cela algún desafuero, como el de aquella madrugada en el que un ruido descomunal despertó a los que estaban dormidos y dejó en vilo a los despiertos, que eran la mayoría.
-¿Qué ha pasado?
-¡Alguien ha tirado un piano por la ventana!
Había sido, claro, Camilo, que en un momento de inspiración gamberra sacó fuerzas de flaqueza y lanzó a la calle el piano reluciente que adornaba desde tiempo inmemorial el salón de recibir de las furcias».
Respecto al fatídico piano, apunta el de Iria Flavia en sus Memorias : «En La Mazurca cuento que de la casa de putas de la Mediateta echaron a un primo de Raimundo el de los Casandulfes por tirar un piano por el balcón, bueno, pues ése era yo y mi fea acción, de la que ahora me arrepiento, y que pasó a engrosar el acervo coruñés»
Carlos Fernández, La Voz de Galicia (13/12/2003).